Una experiencia de accesibilidad

Buenas Prácticas

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Buena práctica:Una experiencia de accesibilidad al Museo de Las Encartaciones-Casa de Juntas de Abellaneda

Ismael Garzón

Coordinador de Atención Directa, Residencia Sopuerta (Gorabide)
Ismael@gorabide.com

Museo de Las Encartaciones-Casa de Juntas de Abellaneda

INTRODUCCIÓN

 

Esta historia, que sirve de disculpa para reflexionar sobre la aplicación de la accesibilidad cognitiva, es también el relato de una colaboración entre muchas personas, unas más diversas funcionalmente que otras. Aunque todos parecemos instalados en los tiempos de la cooperación, el trabajo en equipo, la creación de redes y el “buen rollo”, lo cierto es que poner de acuerdo a gente diversa para acometer un proyecto común puede requerir un gran esfuerzo.

Así, uno de los principales valores de esta experiencia es la relación entre dos identidades muy distintas, vecinas de toda la vida pero sin ningún contacto, que se encuentran de manera casual y, a través del diálogo, descubren intereses comunes y surge “la chispa” y la inquietud de colaborar.

Los protagonistas de esta historia son, por un lado, el Museo de Las Encartaciones – Casa de Juntas de Abellaneda y,  por el otro, el Servicio Residencial Sopuerta de Gorabide.

Así, el Museo de Las Encartaciones – Casa de Juntas de Abellaneda, uno de los edificios más emblemáticos de Las Encartaciones (una comarca vizcaína), es el centro impulsor del estudio, difusión y recuperación del patrimonio histórico, artístico y etnográfico de Las Encartaciones y sus habitantes.

Por su parte, Gorabide es una asociación sin ánimo de lucro orientada a dar apoyo a las personas con discapacidad intelectual de Vizcaya, así como a sus familias y personas o entidades tutoras. Entre los servicios que presta, caben mencionar las Residencias, Centros de Día, Viviendas y Apoyos para la Vida Independiente, Servicio de Tiempo Libre, Atención Temprana, Grupos de Familias y Autogestores. Entre las diez residencias que Gorabide gestiona, la Residencia Eguzkia / Haizea está situada en el municipio de Sopuerta.

Este complejo residencial se compone de dos centros: Haizea, con 24 residentes; y Eguzkia, con 51 residentes, una plaza de acogida temporal y 3 en régimen de centro de día. El perfil de necesidad de apoyo de los residentes, de entre 30 a 78 años, es extenso y generalizado. El objetivo es proporcionar un hogar a las personas con discapacidad intelectual que no pueden encontrarlo por sí mismas, a la vez que presta  los apoyos necesarios con el propósito de mejorar su calidad de vida a lo largo de su trayectoria vital.

Como vecinos de la comarca nos conocíamos de vista, pero no tuvimos la ocasión para charlar, hasta que surgió un encuentro a raíz del interés del Museo por unas pinturas murales de los años 20 del pasado siglo, de gran valor, de Goiko y Arraiz, ubicadas en uno de los edificios del complejo residencial. El Museo estaba interesado en estas pinturas para una de sus exposiciones temporales. Por otro lado, se dio la feliz circunstancia de que profesionales del Museo habían asistido a un congreso de arte y discapacidad celebrado en Lleida y se habían traído muchas ideas, reflexiones e inquietudes que estaban deseando compartir con nosotros.

Profesionales de la Residencia destacamos a nuestros “artistas”, y  nuestras inquietudes con respecto a integrar el arte en la oferta de actividades y la oportunidad que suponía el poder disfrutar de los espacios culturales para las personas con discapacidad como vía de inclusión.

OBJETIVO DE LA EXPERIENCIA

El objetivo que nos marcamos en un principio fue que las personas que viven en la Residencia de Sopuerta participaran del museo, acercando el arte y la cultura a las personas con discapacidad intelectual residentes en la misma.

Este objetivo implicaba necesariamente trabajar conjuntamente para avanzar hacia entornos más inclusivos dentro de la oferta del Museo.

PREMISAS COMPARTIDAS

Inclusión

Cuando en cualquier ámbito social se crean equipamientos que no permiten la participación de todas las personas, añadimos barreras ya sean físicas, sensoriales y/o cognitivas. La inclusión en esta experiencia concreta implicaba reducir o eliminar, si es posible, las barreras cognitivas.

La invisibilidad social que muchas veces padecen las personas con discapacidades cognitivas no ha sido ajena a la cuestión  de la accesibilidad a la cultura, pero sean cuales sean nuestras habilidades todos tenemos el mismo derecho a satisfacer con autono­mía nuestras inquietudes artísticas y/o estéticas, como parte de nuestra formación  personal o simplemente como un acto de ocio.

Las personas con discapacidad intelectual también tienen que poder vivir incluidas dentro del ámbito social del que nos rodeamos, siendo los Museos un acontecimiento cultural incorporado de manera cotidiana  en nuestra vida, una oportunidad excelente de participación inclusiva.

Diseño para todos

De acuerdo con los manuales de referencia, la accesibilidad es la condición que deben cumplir los entornos, productos, servicios y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas de la forma más autónoma y natural posible.

El diseño para todos es la actividad por la que se concibe o proyecta, desde el origen, dichos entornos y productos, de tal forma que puedan ser utilizados por todas las personas, en la mayor extensión posible.

En nuestra experiencia tuvimos primero que aprender a adaptar los contenidos ya existentes en el Museo para que fueran accesibles a las personas con discapacidad intelectual. Posteriormente trabajamos conjuntamente para diseñar “para todos”, pensar en origen para el disfrute de todas las personas, no como algo complementario al proyecto museográfico, sino como parte sustancial del mismo.

Lectura fácil

La Lectura Fácil es un método de redacción y adaptación de textos que pretende hacer accesible su contenido a  personas con déficit de lectura y comprensión lectora.Por tanto es sobre todo un proyecto social, que defiende el derecho a la cultura y la información de todas las personas, haciéndonos volver otra vez a la idea principal que nos orienta, que es la inclusión.

No sólo está indicado para personas con discapacidad Intelectual, sino que es adecuado para todas aquellas personas con dificultades en esta faceta, bien sean permanentes o transitorias.

Personas con discapacidad cognitiva o sensorial, jóvenes con escolarización deficiente, inmigrantes con poco conocimiento del idioma, gente mayor con pérdida de facultades, personas con baja formación cultural son colectivos que pueden beneficiarse de la Lectura Fácil.

Las características generales de los documentos de fácil lectura afectan a aspectos del contenido, del lenguaje, y las distintas tipologías graficas.

Sin entrar en mucho detalle, se trata de utilizar un lenguaje simple y directo, expresar una sola idea por frase, evitar los tecnicismos, las abreviaturas y las iniciales, estructurar el texto de manera clara y coherente, vocablos, oraciones o frases innecesarias deberán evitarse o suprimirse, plantear una ordenación lógica de la acción, etc. También se debe tener en cuenta el tipo y el tamaño de letra, interlineado y márgenes, longitud y número de líneas, tipo de papel, así como las ilustraciones complementarias. Digamos que el texto ha de ser no solamente fácil de leer sino, sobre todo, fácil de entender.

Sin embargo, aunque sea un lenguaje fácil de comprender, los textos deben estar escritos en un idioma digno y adulto. Si la información va dirigida a lectores adultos, su elaboración debe ser ajustada a la edad.

En nuestra experiencia ha sido esencial consultar a algunas personas con discapacidad  durante el proceso de generación de los textos de fácil lectura. Por un lado el hecho de pasar una serie de pruebas con los  potenciales destinatarios nos garantiza en cierta medida que el producto final resulte realmente accesible, pero también nos parece importante como modelo de intervención o de apoyo, haciéndoles participes en todas las fases del proceso.

Tecnología

Hay que resaltar la oportunidad y las posibilidades que nos ofrecen los dispositivos móviles y las tecnologías accesibles para favorecer la interacción con los espacios, y que nos permiten simplificar el acceso al contenido, haciendo que las  comunicaciones sean más útiles para un mayor número de personas con un coste adicional bajo.

Las personas con discapacidad intelectual son un colectivo que puede parecernos erróneamente alejado del uso de las TICS. El uso de elementos cotidianos como pueden ser los teléfonos móviles e Internet es posible para ellas  y puede mejorar su calidad de vida en diferentes ámbitos.

Los dispositivos móviles con interfaces basados en imágenes y gestos ofrecen posibilidades de interacción muy acorde para sus posibilidades y necesidades si les ofrecemos el apoyo adecuado en su empleo.

DESARROLLO DE LA EXPERIENCIA

Esta experiencia se inició hace dos años, aunque no teníamos muy claro cómo comenzar. Aunque la colaboración, como ya se explicó anteriormente surgió de una manera natural y espontánea, el desarrollo de un proyecto común exigía trazar una intervención planificada y estructurada.

Así que el primer paso más lógico era conocer el Museo. Se prepararon visitas a la carta específicas para un grupo determinado de personas con discapacidad intelectual y sus personas de apoyo. Durante estas visitas, los participantes tuvieron ocasión de familiarizarse con el espacio y disfrutar del patrimonio cultural. Para enriquecer estas actividades, se trabajó con las personas con discapacidad intelectual para que pudieran relacionar las piezas expuestas con su posterior vivencia en diversos talleres creativos.

Pero para completar la mirada inclusiva que tomamos como referencia, nos faltaba dar un paso más. Habíamos conseguido presencia y participación, pero todavía no habíamos tenido ocasión de disfrutar de las mismas actividades que ofrece el museo de forma ordinaria. Faltaba realizar una propuesta del propio Museo, teniendo en cuenta su programación, incorporando las adaptaciones necesarias que permitieran desarrollar estas actividades en los espacios del propio Museo. Así, tras indagar otras experiencias en el mundo de los espacios culturales y la discapacidad, aparcamos los programas específicos de talleres diseñados para personas con discapacidad, pasando a participar y disfrutar de la oferta del museo ordinaria mediante los apoyos necesarios, utilizando los espacios y tiempos comunes, ordinarios, las mismas actividades que tiene el museo de forma habitual, en las mismas salas y en el mismo horario.

Por tanto, vivir plenamente la experiencia requería diseñar entornos más amables en el que se eliminaran barreras, las menos evidentes, como la del acceso a la información; un compromiso del Museo en el que Gorabide se implicó de lleno.

En este sentido se planteó la adaptación a lectura fácil de la información de una  exposición temporal que ofreció el museo, concretamente la del pintor expresionista Ismael Fidalgo (1928-2010), uno de los artistas vascos de la posguerra más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Para ello se adaptaron los textos originales que describían las obras del artista a soportes en Lectura Fácil, realizando el oportuno contraste con un grupo de personas con discapacidad intelectual. Dichos textos en lectura fácil se dispusieron en paneles adicionales, colocados de manera bien identificada y accesible, y con las explicaciones pertinentes de acuerdo con los textos originales.

Aún así, teníamos la certeza de que la información de fácil lectura en forma impresa no era  la mejor solución para todas las personas con discapacidad intelectual y que se podrían considerar el uso adicional de otros formatos, otros medios interactivos, para que personas con discapacidades significativas que  no pueden leer por sí solas, pudiesen disfrutar de los textos de las exposiciones si alguien o “algo” leía los textos por ellas.

La solución se planteó mediante el acceso a audios, podcasts de los textos en lectura fácil de la exposición tanto en euskera como castellano, que mediante códigos QR pueden ser escaneados con cualquier Smartphone con acceso a internet. Así la lectura fácil y la utilización de códigos QR dieron una nueva oportunidad a personas con grandes dificultades de comprensión.

Con motivo de cambio de la exposición temporal,  avanzando dentro de este enfoque inclusivo, acabamos de terminar de montar el espacio en el que hemos repetido el mismo proceso de elaboración de textos en lectura fácil y acceso a los audios mediante códigos QR,  con la diferencia de que esta vez éstos son los únicos textos que estarán presentes. Es decir, todo el contenido de la exposición estará en un lenguaje accesible para todos los ciudadanos.

CONCLUSIONES

El Museo tuvo clara la necesidad de dirigirse a profesionales expertos de los  colec­tivos con discapacidad intelectual con el objetivo de crear ideas y desarrollar soluciones que conectasen con todos.

Para llevar a la práctica un proyecto de accesibilidad cognitiva no existen fórmulas maestras. En cada fase hemos necesitado soluciones a medida, para lo cual se precisa una actitud abierta y estar abiertos a alternativas según las posibilidades de cada museo o emplazamiento cultural, y ayudar a avanzar paso a paso hacia el objetivo.

Esta experiencia puede ayudar a desterrar algunos tópicos, ya que las propuestas que aquí se describen son interesantes para el público en general, con o sin discapacidad.

Además, la accesibilidad no es más cara. Cuesta lo mismo un tablero en lectura accesible que uno que no lo es. Sin embargo, es más caro tener dos tableros, o tener que elaborar modificaciones a posteriori.

Quizás sea desafortunado pensar que no merece adaptar para una minoría de personas, porque así pierde valor para el resto. El poder llegar a entender de una forma muy clara e inequívoca los conceptos que quiere transmitir el Museo con sus exposiciones, nos beneficia de una forma cómoda y nos favorece a todos los visitantes, por ejemplo, cuando nos tenemos que  enfrentar a textos de cierta especialización y complejidad técnica.

Utilizando una frase de Antonio Espinosa Ruiz (Espinosa, Antonio; Bonmatí, Carmina, 2013 )de su obra Museos accesibles e inclusivos, o cómo no per­der a la mitad de sus visitantes, “lo que es bueno para los discapacitados es todavía mejor para quienes no lo son, incluyendo a los que simplemente, están cansados. A quién le apetece leer durante varias  horas de texto en un museo si  podemos hacerlo fácil con unas explicaciones sonoras que descargamos directamente en nuestro propio móvil, incluso que podemos repetir al llegar a casa”.

Todavía en nuestra sociedad vemos la diversidad como una dificultad, a veces insalvable, y ese concepto negativo se convierte en un rasgo de la persona con discapacidad, lo que le impide la posibilidad el acceso a ámbitos de la sociedad como la cultura, ya sea como parte de su desarrollo personal o como parte de su ocio.

Esta experiencia ha intentado cambiar ese signo negativo de dificultad, por el positivo de posibilidad de disfrutar de los museos, con el fin de que la persona con discapacidad pueda ampliar y enriquecer su mundo, poniendo su “granito o saco de arena” para que el  Museo pueda convertir sus espacios mas accesibles y participativos para todos.

Esta experiencia descrita ha sido posible gracias a un compromiso sincero por parte de todas las personas que en ella han participado.

El factor humano es determinante porque las organizaciones que se relacionan son personas que se relacionan. El interés y voluntad de cada una de las personas que conforman las diferentes estructuras, con o sin discapacidad,  son los motores que hacen que experiencias como las que hemos relatado puedan hacerse realidad.

Podcast es acrónimo de “Pod” –de iPod- y “broadcast” (transmisión, emisión, difusión).