Buenas Prácticas

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¡Buen Camino!
Albergue de peregrinos ANFAS-Estella: Un espacio de participación e inclusión social.

Ainhoa Ezquerro Martínez

Buenas Prácticas

A. Ezquerro, Monitora Responsable Viviendas ANFAS – Tafalla

 

INTRODUCCIÓN

“Comenzamos juntos una nueva aventura. Venimos de distintos lugares y traemos distintas capacidades. Unas personas traen su alegría, otras el conocimiento, otras su simpatía, otras su paciencia, otras la experiencia, otras la ilusión, otras una energía que nos se agota, otras su paz, otros su comprensión, otras su generosidad…”.

Y a todos nos unen muchas cosas: las ganas de conocer, compartir, dar, recibir, sentir y vivir; porque “vivir, caminar… es importante por dónde; más importante con quién pero, lo esencial, es cómo te sientes y te comportas tú, lo que haces mientras caminas.”

Somos una Asociación de personas, un grupo de gente que compartimos una misma ilusión, un mismo caminar: tratar de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo en Navarra. Somos ANFAS, tenemos más de 50 años de vida y hace 10 años, en el 2004 nos lanzamos con una nueva aventura: abrir nuestra asociación al Camino de Santiago.

Pero… ¿cómo lo hicimos?

UN POCO DE HISTORIA

Nunca se conoce realmente a una persona hasta que uno se calza sus zapatos y camina con ellos”.

Fueron las propias personas con discapacidad intelectual las que motivaron los cambios, las que propusieron y siguen proponiendo nuevos retos, nuevos planes… Y solo hay una forma de conocerlos…Escuchando y calzando sus zapatos.

El movimiento de autogestores (los grupos en los que ellos se juntan, comparten intereses, debaten y hacen propuestas) ha sido clave en este proyecto. Fue a través de estos grupos desde donde se canalizaron las demandas, las necesidades, las propuestas de mejora… Y los deseos anhelados…”a mí también me gustaría ser voluntario y hacer algo para los demás”, «nos gustaría que desde la asociación nos dieran más oportunidades de relacionarnos con personas sin discapacidad para que ellos pudieran descubrir nuestras capacidades y no sólo nuestras limitaciones».

Estella está situada en Navarra, y es ahí donde se encuentra una de las sedes de ANFAS. En el Camino de Santiago, Estella es bien conocida como paso y parada indiscutible (“la Toledo del norte” le dicen). Siendo conscientes de la afluencia tan generalizada de peregrinos, su paso por Estella y la ubicaciónde nuestras instalaciones, pensamos que podíamos dar respuesta a eso de “ser voluntarios” abriendo un Albergue de peregrinos del Camino de Santiago. Para ello adecuamos nuestras instalaciones y nos pusimos a la tarea.

El motor del proyecto fue nuestro empeño por acercar la discapacidad intelectual a la sociedad, tratando de sensibilizar y de mentalizar;fue el deseo expreso de las personas con discapacidad intelectual;fue la circunstancia de poder hacer uso de un espacio del que ya disponíamos. Y fue la suma de muchas voluntades, de muchas personas que quisieron ponerse en acción y abrir nuevos caminos. Fue por eso por lo que en junio de 2004 recibimos a nuestros primeros peregrinos.

OBJETIVO

¿Nuestro objetivo? Fomentar espacios de participación, de inclusión social, de encuentro con personas. Ofrecer a la sociedad un servicio como hospitaleros y hospitaleras voluntarias. Atender a nuestras capacidades, reforzarlas, potenciarlas y ponerlas al servicio del Camino, de los peregrinos.

Así, todas las personas que colaboran en el albergue (independientemente de su discapacidad) son Voluntarias. Esto es, personas quepromueven la justicia social, una sociedad más igualitaria, que defienden los derechos humanos y reclaman responsabilidad. Personas que ejercen su ciudadanía, participan y luchan contra la exclusión social. Las personas voluntarias que trabajan por una sociedad mejor.

DESARROLLO

El albergue

Nuestro albergue es un lugar amplio y perfectamente accesible para personas con discapacidad, así como para peregrinos en bicicleta. Cuenta con 34 plazas distribuidas en literas y unas instalaciones a disposición del peregrino: salón, amplia cocina-comedor, 3 duchas y 3 baños adaptados para personas con movilidad reducida y silla de ruedas.

La temporada de apertura comienza cada año en mayo y finaliza el último día de septiembre. Diariamente, el albergue abre sus puertas a las 13:00 y cierra a las 22:00.

Todos los años, antes de abrir la temporada, realizamos un curso formativo para explicar en qué consiste el albergue y cuáles son las funciones de los personas que van a colaborar en él. En esta formación participan tanto hospitaleros veteranos como nuevas incorporaciones. Así, la experiencia de los primeros es expuesta en el curso y sirve para impulsar la participación de nuevas personas.

El equipo de hospitaleros y hospitaleras

“Hospitalidad: cualidad de acoger y atender con amabilidad y generosidad a los invitados”.

En el albergue, los invitados son los peregrinos/as y los hopitaleros/as son las personas voluntarias.

Como solemos decir aquí, mediante este albergue, abrimos las puertas de nuestra asociación al Camino de Santiago. Ofrecemos hospitalidad y buscamos encuentro y convivencia con los peregrinos.Este es el marco en el que se desarrolla nuestra participación como hospitaleros/as voluntarios del Albergue de ANFAS.

Cada temporada abrimos el albergue contando con más de 120 personas dispuestas a ofrecer su tiempo como hospitaleros y hospitaleras. Más de 80 personas tienen discapacidad intelectual y otras 50 personas son las que llamamos “hospitaleras de apoyo”.

Diariamente, el albergue cuenta con 4 hospitaleros (dos con discapacidad y dos de apoyo) que son los que se encargan de atender el albergue y desarrollar todas las tareas que conlleva. “Vais a trabajar como un equipo, y cada persona desarrollará sus capacidades y aportará al grupo lo mejor de sí misma y sus conocimientos. Además, los hospitaleros/as de apoyo, tienen también la función de servir de apoyo, “guiar” la acción voluntaria del equipo, favoreciendo el desarrollo de la autonomía de los miembros, a la vez que “cuida” y vela por el buen funcionamiento.” Estos equipos trabajan durante 5-7 días seguidos y son relevados por un nuevo equipo que se incorpora.

         Las tareas que desempeñan tienen que ver con la atención del albergue y la atención del peregrino. A lo largo del día se realizan labores como:

    • Acogida al peregrino/a: realizar elregistro, sellar y ofrecer ayuda en lo que necesite.
    • Mostrar instalaciones (explicar el funcionamiento) y acomodar al peregrino en su litera.
    • Dar información sobre Estella, localización de establecimientos más demandados por ellos (supermercados, farmacias, oficinas de correos, Iglesias,…).
    • Realizar acompañamientos cuando se estime oportuno.
    • Mostrar una atención adecuada en todo momento siendo educados, no perdiendo las formas ente cualquier problema y manteniendo un tono y vocabulario correctos.
    • Buscar momentos para compartir y convivir con los peregrinos: cenas compartidas, juegos etc.
    • Realizar la compra de alimentos y preparar la comida para los hospitaleros/as.
    • Realizar compras y gestiones de mantenimiento y materiales para el albergue (en coordinación con la persona responsable del albergue).

EVALUACIÓN Y RESULTADOS

El desarrollo y práctica de estas tareas contribuyen a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual que participan en el albergue. Así, su participación en él mejora su bienestar emocional, aumentando su autoestima, satisfacción personal y valoración positiva (“nos sentimos bien ayudando a los peregrinos”, “nos gusta conocer gente y que conozcan cómo somos”, “yo soy voluntario”). Además, contribuye a la práctica y desarrollo de sus capacidades y habilidades, trabajo en equipo y aumento de sus intereses y motivaciones (“mientras uno recoge los datos, otro sella la credencial”, “estaría bien aprender inglés para poder hablar con los peregrinos extranjeros”, “he estado de hospitalero con una japonesa”).

Sin duda, en el albergue encuentran un espacio de inclusión y convivencia donde se relacionan, participan y comparten con los compañeros de su equipo un mismo rol (el de ser voluntarios, con o sin discapacidad). Al mismo tiempo que satisface su ocio y tiempo libre, también les exige un compromiso y responsabilidad(“estamos contentos de que se nos de la oportunidad de ayudar”, “en el albergue nos encargamos de atender al peregrino y esa es nuestra función”, “si decides ser voluntario tienes que comprometerte a venir”).

La experiencia está siendo muy positiva y cada temporada recogemos muchísimas propuestas de mejora, que vamos incorporando cada año. Para ello ponemos a disposición del peregrino y de las personas voluntarias un cuestionario de evaluación que nos facilita la tarea de seguir mejorando.

Nuestro empeño ha sido y seguirá siendo “caminar”, ir avanzando y mejorando tanto lasinstalaciones e infraestructuras, el funcionamiento del Albergue en sí, como abrir nuevas vías y proyectos relacionados con el Camino de Santiago. En este sentido, 11 personas han participado en la primera experiencia de Camino de Santiago que hemos realizado en ANFAS. Este año, en 2013 y después de caminar durante 4 años (10-12 días cada verano) llegaron a Santiago de Compostela. Otros compañeros han colaborado en otros albergues del Camino, incorporándose a los equipos de trabajo como uno más.

El Albergue es hoy un programa consolidado, ilusionante y estable dentro de nuestra asociación y que suscita gran interés de la población en general y de los peregrinos en particular. Son ya 30.000 las personas que se ha alojado en él.

En 2006 recibimos el reconocimiento a nuestra labor en el Camino de Santiago por parte de la Asociación de Amigos del Camino de Tierra Estella, y en 2010 el Gobierno de Navarra nos concedió el Accésit en el II Premio a la Calidad en los servicios sociales de Navarra.

Sin duda, todo esto contribuye a nuestro deseo e ilusión de continuar con este proyecto.

CONCLUSIONES

Las personas con discapacidad intelectual tienen mucho que ofrecer y, sobre todo, muchas ganas e ilusión de formar parte de un proyecto de forma voluntaria. Sin duda, para que esto se produzca, es necesaria una buena organización para dotar de recursos y apoyos necesarios.

A lo largo de estos años hemos visto cómo los hospitaleros (personas con discapacidad intelectual) realizan una importante labor de atención al peregrino. Sienten la oportunidad de responder a la labor voluntaria que ellos vienen recibiendo. Se convierten, ya no en receptores de servicios, sino en prestadores de un servicio, el Albergue. Este cambio de rol supone un sentimiento de satisfacción notable, además de un importante reconocimiento social, sin olvidarse que, como voluntarios, asumen un compromiso y responsabilidad.

Destacamos varios aspectos clave que aportan gran valor y con los que sin ellos, este proyecto no sería posible:

  • La ilusión y motivación de las personas con discapacidad intelectual, que año tras año, reciben la apertura del albergue como uno de los acontecimientos más importantes. Por supuesto, sienten el albergue suyo, y como tal, abren sus puertas con la satisfacción y orgullo propias de unos buenos anfitriones/as.
  • La constancia, el buen hacer, la solidaridad y el compromiso de los/as hospitaleros de apoyo que garantiza la solidez, confianza y futuro a este proyecto.
  • El/la peregrino/a que acude a nuestro albergue, unas veces por casualidad, otras veces intencionadamente, con el deseo de encontrar un ambiente agradable y cercano, un albergue limpio y no muy masificado. Ese/a peregrino/a que nos brinda su tiempo, sin prisas, con quien compartimos momentos y que, en la mayoría de los casos, se lleva tantas cosas…y que, tal vez sin darse cuenta, nos deja tanto.

“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar.”

ALBERGUE ANFAS: c/ Cordeleros, 7 bajo, 31200 Estella – Navarra

Teléfonos de contacto: 948 55 45 51 / 639 011 688

Correo electrónico: albergue@anfasnavarra.org

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