ico_sumario EDITORIAL


La Universidad es un poderoso agente de inclusión social (Gallardo, 2012)1, y lo puede ser de diversas formas, con diferentes intensidades, estructuras, objetivos e implicaciones. Dicho binomio discapacidad-Universidad se presta a muchas concreciones, algunas ya de largo recorrido.  Recordémoslo de manera somera.

Por un lado, contamos con un corpus importante de investigaciones, materias que versan sobre el diagnóstico, la intervención y evaluación en discapacidad intelectual, acuerdos para la realización de prácticas en entidades del sector, postgrados y máster, publicaciones, jornadas técnicas, etc.

También, y aunque más recientemente, se han ido desarrollando oportunas colaboraciones “de campo” desde diferentes disciplinas y áreas científicas, enfocadas muy directamente a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual: prácticas odontológicas perfeccionadas, estudios sobre diseños accesibles, mejor conocimiento de la discapacidad intelectual a través de campañas informativas y de sensibilización social, etc.

Y, por supuesto, es de reconocer el enorme mérito de las personas con discapacidad intelectual que han conseguido cursar estudios universitarios, contando con los apoyos profesionales y naturales que para este gran reto hayan precisado. Si bien es de justicia reconocer que la posibilidad de superar estudios universitarios por parte de personas con discapacidad intelectual es, a día de hoy, una situación extraordinariamente excepcional, no es menos cierto que lo que resultaba absolutamente imposible hace medio siglo hoy nos parece de lo más normal.

En  la presente edición de la revista, hemos puesto nuestro foco de interés en un aspecto del citado  binomio especialmente comprometido y prometedor: propuestas formativas dirigidas a personas con discapacidad intelectual, desarrolladas en el ámbito universitario. Estas experiencias de larga trayectoria en otros países europeos y anglosajones son relativamente novedosas y excepcionales en nuestro país. Presentamos cinco proyectos muy importantes y paradigmáticos, con ciertos aspectos comunes entre ellos: se trata de una formación de dos cursos, enfocada hacia la preparación laboral de las personas con discapacidad intelectual, estructurada en materias o asignaturas funcionales, humanísticas y profesionales, complementadas con actividades extracurriculares en el campus, actividades compartidas con alumnos universitarios de carreras oficiales, etc. Desde luego, en todos los casos se pone en valor la posibilidad de compartir espacios  de formación, de socialización, de aprendizaje y crecimiento entre alumnos/as con y sin discapacidad y el enriquecimiento que tales situaciones comportan para unos y otros.

Asimismo, la mayoría de las experiencias son el resultado del interés compartido entre Universidad,  entidad social y empresa, esfuerzo que se materializa en la creación de Cátedras de Patrocinio que, como polos de excelencia universitaria, promueven estas iniciativas como punta de lanza para una sociedad más inclusiva.

Así, nuestro binomio Universidad-discapacidad lleva las denominaciones de:

Programa Prometor de la Cátedra Universidad Autónoma de Madrid-Fundación Prodis de Discapacidad
Programa Demos de la Cátedra de Familia y Discapacidad Telefónica-Fundación Repsol-Down Madrid, de la Universidad Pontificia de Comillas
Proyecto Capacitación Laboral de Asociación Uribe Costa y Universidad de Deusto
Proyecto Reddo de Down Madrid y Universidad Complutense de Madrid,
Cada una de estas experiencias tiene su propio desarrollo, antecedentes y apoyos. Ciertamente, algunas ya están sobradamente consolidadas y reconocidas; otras están dando sus primeros pasos tímidos y prudentes; algunos proyectos han nacido en el seno de la Universidad, otros es la entidad    social la que se ha acercado a ella, y ésta no ha dudado en tender la mano.
Sea como fuere, nos parece un hecho sin precedentes que el primer número del año 2015 pueda abordar en un monográfico las experiencias de formación de personas con discapacidad intelectual en entornos universitarios. Desde luego, algo está cambiando. Ojalá el monográfico suscite interés en otras universidades, empresas y entidades.

Hace algunas semanas se publicaba un interesante e impactante artículo sobre la Universidad para el futuro y las profundas mutaciones que acontecerán en la misma (Magazine, 2015)2 . Auguran una Universidad cada vez más virtual, globalizada, de gran movilidad estudiantil. Lógicamente, la supervivencia implica adaptaciones, cambios, transformaciones y mutaciones. Ya se sabe, renovarse o morir.

Pero quizás sea posible aprovechar esta ola (o tsunami) de cambio de futuro para potenciar una idea clásica. Recordemos que Universitas, término en latín, significa universalidad, totalidad, conjunto de elementos, saberes y probablemente también de valores. Esto es: el universo del saber que engloba un microcosmos formado por docentes, discentes y conocimientos. Recordemos también que una de las primeras universidades que surgió fue la Universidad de Constantinopla, denominada Πανδιδακτήριον o Pandidakterion, es decir, lugar donde se enseña universalmente (todo y a todos).

Es justamente esta idea clásica del TODO, como concepto holístico, universal, amplio e integrador el que queremos resaltar vinculado a las experiencias citadas. La Universidad como un microcosmos accesible a TODOS. La Universidad como agente de inclusión social, pero esto ya lo dijimos en la primera línea… Esperamos, pues, que el monográfico sea un generador de ideas y proyectos, o una enzima que ayude a metabolizar nuevas propuestas.

Una última cuestión: quizás existan otras experiencias en España que podrían haberse incluido en esta publicación. Si es así, no duden en contactar con el Consejo Editorial y hacérnoslo saber. Se lo agradeceremos enormemente porque queremos mostrar todas las que existen.

1. Gallardo, A. (2012). Universidad y Discapacidad Intelectual. En La Inclusión de los alumnos con discapacidad en la Universidad. Madrid: UNED
2. Magazine, 18 de enero de 2015 pp. 24-31.