Editorial

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Síndrome de Down: Vida Adulta cumple ocho años

Síndrome de Down: Vida Adulta cumple ocho años de vida con sus tres publicaciones anuales; las doce primeras fueron publicadas tanto en versión on-line como impresa; los doce siguientes números están disponibles en https://www.sindromedownvidaadulta.org/.

Los propósitos de nuestra revista desde su inicio son varios: dar a conocer la realidad de las personas adultas con síndrome de Down en su múltiples aspectos, divulgar los avances científicos que van aconteciendo, contar proyectos y programas que son ejemplos de buenas prácticas experimentadas y transferibles a otros contextos, acompañar a través de nuestras páginas a las personas adultas con síndrome de Down y sus familias, dar voz a los protagonistas para que compartan sus vidas, y también contribuir a un entorno más inclusivo y a una comunidad más respetuosa con todos. En cierta forma, aspiramos a contribuir de manera modesta pero comprometida, número a número, a una lenta pero esperanzadora transformación social.

En este editorial nos gustaría resaltar el interés con el que se ha tratado, desde los primeros números, la participación de las personas con síndrome de Down en las múltiples disciplinas artísticas y en el ámbito de la cultura en general. Recordemos algunos de estos temas tratados: compañías de danza como Así Somos o Despertar de los Sentidos; grupos musicales como Motxila 21 o el programa de accesibilidad musical AUDEM; experiencias interdisciplinares como El Abrazo del Arte o Programa Argadini; propuestas innovadoras como Proyecto Arquitecta; programas de radio y televisión realizados por personas con discapacidad intelectual; obras publicadas de escritores con síndrome de Down; experiencias de formación laboral para trabajar en contacto con nuestro patrimonio artístico en museos y entornos culturales… Qué riqueza de experiencias.

Todos estos temas, tomados en su conjunto, ponen en valor las múltiples posibilidades del ámbito artístico para las personas con síndrome de Down. El arte, en todas sus disciplinas, es una vía de expresión y por tanto de desarrollo personal, favorece itinerarios de participación inclusivos en la comunidad y contribuye a la transformación social[1]. También ayuda a reconocer y visibilizar las capacidades de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales y del desarrollo y, en consecuencia, su aportación al ámbito artístico. Las personas con síndrome de Down tienen derecho a acceder al arte y a la cultura, aprender y disfrutar de nuestro patrimonio. Pero queremos celebrar con especial interés sus interesantes contribuciones al arte; su papel como creadores, escritores, actores, bailarines, creativos, etc. Y queremos divulgar estas contribuciones, valiosas en tanto manifestaciones del talento artístico de personas, más allá de su circunstancia de ser personas con discapacidad intelectual.

En este número les damos a conocer algunos de estos artistas y sus obras ya publicadas; también les ponemos al corriente de una interesante experiencia llevada a cabo por personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales quienes protagonizan un magazine televisivo disponible en Youtube. Les invitamos a reflexionar sobre el desarrollo personal y la inteligencia intrapersonal. Y finalmente, les animamos a leer con gran interés las novedades terapéuticas en la enfermedad de Alzheimer y sus implicaciones para las personas con síndrome de Down; novedades centradas principalmente en una esperanzadora línea de investigación terapéutica relacionada con el factor crítico para la aparición de esta patología en el síndrome de Down.

[1]La publicación Arte para la Inclusión Social del Observatorio del Tercer Sector de Vizcaya (2012) aporta un interesante análisis del cual reflejamos algunos planteamientos y propuestas.