Editorial

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«Sociedad de la Información» y «Sociedad del Conocimiento».

Es moneda corriente en la actualidad referirse a lo que conocemos con el nombre de «Sociedad de la Información» y «Sociedad del Conocimiento». Sabemos muy bien que la información no es lo mismo que el conocimiento. La información es un instrumento indispensable del conocimiento pero necesita ser absorbida, integrada, tamizada por la capacidad reflexiva, para que quede incorporada en el acervo de nuestra cultura personal. No hay conocimiento sin información, cierto. Pero toda información es «humo», «ruido», si no es gestionada por la reflexión.

La información es, pues, un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en sí; el conocimiento obedece a aquellos elementos que pueden ser comprendidos por una mente humana razonable, con capacidad para convertirlo en acciones ejecutivas positivas y responsables.

La sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento; pero el concepto de “sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” es preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. El conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico sino también para ‘empoderar’ y desarrollar todos los sectores de la sociedad.

El concepto pluralista de sociedades del conocimiento apunta a transformaciones sociales, culturales y económicas en apoyo al desarrollo sostenible. Pero las sociedades del conocimiento requieren tres pilares fundamentales: el acceso a la información para todos, la libertad de expresión y la diversidad lingüística.

Esta publicación que venimos desarrollando durante los 11 últimos años en el campo del adulto con síndrome de Down tiene su base en estos conceptos fundamentales: generar buena información que se pueda transformar en conocimiento; pero hemos añadido un último elemento que es decisivo: la idea de Servicio. El itinerario, pues, es el siguiente:

Información → Reflexión → Conocimiento → Decisión → Acción/Servicio

A la hora de evaluar los resultados durante esta década, ya superada, baste decir que solemos recibir unas 100.000 visitas anuales de España e Iberoamérica. Y los comentarios y mensajes que los diferentes artículos han generado son incontables. Asimismo, las temáticas, autores y buenas prácticas han ido dando cuenta de temas muy variados.

En el nuevo año 2020, publicamos el número 34º que comprende los siguientes temas de interés. En primer lugar, contamos con las reflexiones y análisis de D. Luis Bulit Goñi, quien da cuenta de la situación actual de las personas con síndrome de Down y los retos de futuro en Iberoamérica. Además, presentamos un estudio sobre la relevancia de la detección precoz del cáncer en personas adultas con síndrome de Down. El estudio advierte sobre la frecuencia y distribución de tumores sólidos en las personas con síndrome de Down, que difieren de las observadas en la población general y en la población de personas con otros tipos de discapacidad intelectual.

El segundo artículo describe el Proyecto de Inclusión de Personas con Discapacidad Cognitiva a la Educación Superior (PROIN), adscrito directamente a la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, y el Proyecto de Cursos Libres de Capacitación Laboral (PROCALA), también gestionado y desarrollado por la citada universidad.

Un tercer artículo explica la práctica del terapeuta ocupacional para el adulto con síndrome de Down y enfermedad de Alzheimer, a partir de una amplia encuesta a profesionales de Canadá, Reino Unido, Estados Unidos y Australia. Los factores más comunes para acudir a cuidadores profesionales son el declive en las ocupaciones diarias de las personas con demencia y síndrome Down y el cansancio del cuidador familiar. Destacan la importancia de que sean llamados a su debido tiempo, para poder abordar los muchos problemas que concurren en esta población.

En la sección Buenas Prácticas podemos conocer una “nutritiva” propuesta de Fundación Mosaico Down de México, en colaboración con el Instituto Gastronómico Mexicano, que ha permitido poner en marcha la Carrera Técnica en Gastronomía y, posteriormente y de manera vinculada a esta estructura formativa, dos innovadoras experiencias de inclusión social: Catering con Causa y El Sueño de Frida Kahfé.