El fin de la etapa educativa obligatoria es un momento crítico tanto para los jóvenes con discapacidad intelectual como para sus familias. Genera incertidumbre, inquietud, desconocimiento, inseguridad… ¿Cómo continuar con la formación apropiada que ayude a los jóvenes a transitar al mundo adulto con el mejor repertorio de competencias para la vida?, ¿a dónde recurrir?, ¿cómo acertar con un proyecto formativo adaptado a cada joven?, ¿es posible seguir con una formación adecuada en entornos inclusivos?, ¿facilitará esta formación el acceso al mundo laboral?