Es moneda corriente en la actualidad referirse a lo que conocemos con el nombre de «Sociedad de la Información» y «Sociedad del Conocimiento». Sabemos muy bien que la información no es lo mismo que el conocimiento. La información es un instrumento indispensable del conocimiento pero necesita ser absorbida, integrada, tamizada por la capacidad reflexiva, para que quede incorporada en el acervo de nuestra cultura personal. No hay conocimiento sin información, cierto. Pero toda información es «humo», «ruido», si no es gestionada por la reflexión.