Proyecto REDDO

Mª Luisa Berdud Murillo es Coordinadora del Servicio TIC, Down Madrid.
marialuisa.berdud@downmadrid.org

Luz Pérez Sánchez es Catedrática en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid.
luzperez1@psi.ucm.es

Resumen

 

El Proyecto Reddo es un proyecto educativo y social, basado en la metodología de Aprendizaje y Servicio, en el cual adultos con discapacidad intelectual se forman como auxiliares docentes en Tecnologías de la Información y la Comunicación, dirigiendo posteriormente su apoyo docente a jóvenes con discapacidad intelectual.
A lo largo de su andadura, el Servicio TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación)  ha colaborado de forma estrecha con el mundo universitario. El caso del proyecto Reddo es un ejemplo de colaboración entre la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid y el Servicio TIC de Down Madrid.

 

I. DOWN MADRID

La Fundación Síndrome de Down de Madrid (Down Madrid) es una entidad sin ánimo de lucro, declarada de Utilidad Pública, cuya misión es la consecución de la autonomía individual de las personas con síndrome de Down u otras discapacidades intelectuales y su plena inclusión social.

Creada hace 25 años (1989), Down Madrid es una entidad de nacionalidad española, de duración indefinida, de naturaleza permanente, y sin ánimo de lucro, regida por la voluntad de los Fundadores, expresada en sus Estatutos, por las disposiciones que en interpretación y desarrollo de los mismos establezca el Patronato, y por la Ley 1/1998, de 2 de marzo, de «Fundaciones de la Comunidad de Madrid», la Ley  50/2002, de 26 de  diciembre, de «Fundaciones», y demás leyes y normas jurídicas de pertinente aplicación.

Servicio TIC

Por su parte, el Servicio TIC, extensión del Proyecto BIT  iniciado en 1999 por Down Madrid junto a la Fundación Orange, plantea como reto superar las barreras de acceso que las TIC presentan a las personas con discapacidad intelectual y asegurar que los beneficios de la Sociedad de la Información se extiendan a todos ellos. Para ello, el proyecto se estructura en tres líneas de actuación absolutamente interrelacionadas:

– Acceso a las TIC para personas con discapacidad intelectual, a través de la formación en diversas aulas tecnológicas, dirigidas a colectivos de diferentes edades: Aula Pío XII, Aula 3 Olivos, Aula La Casa Encendida, Aula Complutense-Konecta,  Aula Reddo.

– Formación de Formadores, a través de cursos dirigidos a profesionales y familiares, así como formación de estudiantes universitarios a través de prácticas supervisadas.

– Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), a través de la participación en diversos proyectos de investigación en curso. Elaboración de diversos recursos educativos y lúdicos dirigidos específicamente a niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual: CD Arca de los Pensamientos, CITI para móviles y para PC, Aventura Gráfica “Lucas y el caso del cuadro robado” realizados en colaboración con Fundación Orange, Proyecto Videotutoriales editados por ISBAN, desarrollo de las herramientas Dedos editor y Dedos player para el diseño de actividades educativas de ejecución en una mesa multicontacto, realizado en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Rey Juan Carlos.

II. PROYECTO REDDO

1. Antecedentes

El Servicio TIC cuenta con una larga trayectoria de 15 años formando a personas con discapacidad intelectual en el uso y manejo del ordenador. El proyecto Reddo surge a demanda de los propios usuarios que han asistido desde el comienzo al servicio, quienes solicitaron al equipo de profesionales dar un paso más en su formación. “Queremos devolver lo que nos habéis enseñado”. Así nació el Proyecto Reddo, como una nueva experiencia en la cual personas con discapacidad intelectual adultas se forman para convertirse en auxiliares docentes de aula tecnológica de otras personas con discapacidad intelectual.

La formación inicial en el Servicio TIC comienza en los distintos centros educativos y formativos de Down Madrid y tiene una duración de 3 cursos académicos. En esta formación inicial los alumnos aprenden a manejar los programas de ordenador de uso más común, así como el manejo de otras tecnologías como la Pizarra Digital Interactiva (PDI), tablets, smartphones, videoconsolas o la mesa multicontacto. Tras estos primeros años de formación, los alumnos se gradúan y tienen la posibilidad, desde el año 2002, de continuar su formación en el Centro Cultural La Casa Encendida, lugar en el que el servicio TIC sigue formando a los alumnos que deseen aprender nuevos programas informáticos y adquirir un nivel superior en el manejo de diferentes dispositivos tecnológicos.

En el año 2008, el servicio TIC abrió en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid una nueva aula. A esta aula asisten personas con discapacidad intelectual que, después de haber pasado por las aulas descritas anteriormente, han adquirido un nivel de competencias tecnológicas avanzado. El programa en el aula de la Facultad se lleva a cabo mediante clases presenciales, de una hora y media de duración, en las cuales el alumno es el principal agente del proceso de aprendizaje al tratarse de procesos de enseñanza dinámicos e interactivos. Para ello, se desarrolla una metodología cercana, basada principalmente en la toma de sus propios apuntes y en el aprendizaje por proyectos. Down Madrid, con la inclusión de los alumnos en el espacio universitario, pretende sensibilizar a la comunidad educativa sobre la necesidad de compartir formación y actividades, más allá del espacio físico.

2. Objetivos

En Down Madrid ha sido siempre una prioridad disminuir la brecha digital que puede surgir en la población con discapacidad intelectual y para ello forma a personas con discapacidad intelectual en la utilización de las actuales herramientas tecnológicas, sin las cuales no lograrán integrarse en la sociedad del siglo XXI.

Pero además, con este proyecto se pretende cubrir una nueva necesidad más específica: generar una oportunidad para que jóvenes con discapacidad intelectual puedan devolver a la sociedad lo que ésta les ha facilitado formándoles en TIC y técnicas educativas.

Los objetivos específicos del proyecto Reddo son los siguientes:

Proporcionar a jóvenes con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual estrategias para convertirse en auxiliares docentes de aula tecnológica.

Desarrollar una metodología específica para personas con discapacidad intelectual en técnicas didácticas.

Diseñar conjuntamente profesionales y personas con discapacidad intelectual una metodología específica para enseñar el uso de las TIC a jóvenes con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual.
Desarrollar en alumnos con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual de educación primaria/secundaria habilidades y destrezas que les faciliten su acceso al uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Aplicar del modelo desarrollado, evaluando y analizando la experiencia en la que jóvenes con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual forman a otras personas con discapacidad intelectual.

3. Desarrollo

Reddo es un proyecto educativo y social, basado en la metodología educativa de Aprendizaje y Servicio (ApS), mediante la cual se capacita a adultos con discapacidad intelectual como auxiliares docentes en Tecnologías de la Información y Comunicación. El aprendizaje y servicio es una propuesta pedagógica-educativa que parte de la premisa de la solidaridad, no solo como contenido de enseñanza, sino también como una fuente de aprendizaje. Además es fuente generadora de la participación ciudadana activa, así como novedosa de aprender contenidos, adquirir competencias y habilidades y modificar actitudes, si es planificada adecuadamente. Puig (2007) define la metodología ApS como “Una propuesta educativa que combina el proceso de aprendizaje y servicio a la comunidad, en un único proyecto bien articulado en el que los participantes aprenden a la vez que trabajan en necesidades reales del entorno con la finalidad de mejorarlo”.

El proyecto Reddo cumple con la definición de Puig ya que como se especificará a continuación, los usuarios aprenden a desenvolverse en un aula tecnológica como auxiliares docentes. Al mismo tiempo forman  y sirven de ejemplo a otros alumnos con discapacidad, quienes ven en ellos un modelo a seguir.

El proyecto, a lo largo de los 4 cursos lectivos desarrollados, ha ido modificándose en función de las características de los alumnos que se han ido incorporando.  En total, son 42 los alumnos que han participado en este proyecto. Actualmente, 8 auxiliares docentes participan en la formación de los alumnos de edad escolar.

El proyecto se desarrolla con la colaboración de profesorado de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, quienes contribuyen diseñando la metodología, programando, preparando e impartiendo algunos de los módulos teóricos. Asimismo, durante el curso 2013-2014, gracias a que el proyecto fue seleccionado en la IX Convocatoria de subvenciones a Proyectos de Cooperación al Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid, se contó con dos alumnas en prácticas académicas extracurriculares, quienes dieron un gran impulso en la creación de los materiales.

4. Fases del proyecto

Para la consecución de los objetivos propuestos, el proyecto se ha estructurado en varias fases:

4.1. Selección de candidatos

La selección de usuarios se hace de acuerdo con unos criterios determinados en función del perfil, tanto de los participantes que ejercen como auxiliares docentes como de los alumnos de edad escolar. Los criterios establecidos para cada perfil se detallan a continuación:

  • Criterios de selección perfil de  auxiliar docentes
  • Personas con necesidades de apoyo intermitente y limitadas
  • Alto nivel de motivación
  • Interés por la enseñanza
  • Amplio conocimiento y formación en tecnología
  • Criterios de selección perfil de los alumnos en edad escolar
  • Jóvenes con necesidades de apoyo intermitente y limitado Menores de 16 años
  • Alto nivel de motivación
  • Conocimientos previos de informática

4.2. Proceso de formación

La formación se estructura en módulos:

Módulo de formación básica. Este módulo permite a los alumnos adquirir competencias didácticas y pedagógicas que aplicará posteriormente, durante el periodo de prácticas. Las sesiones teóricas se llevan a cabo un día a la semana con una duración de una hora y media.

La programación especificada para el curso del proyecto Reddo, se compone de los siguientes bloques de contenidos:

Modelo instruccional I

  • Proceso de sensibilización
  • Aprendiendo a enseñar
  • Planificar mi clase

Modelo instruccional II

  • Evaluando los aprendizajes de los alumnos

Modelo social del aula

  • El rol del profesor
  • Estilos del profesor
  • Nociones sobre modificación de conducta
  • Enfoque de género
  • Seguridad en la red
  • Mensajería sincrónica y asincrónica

Módulo de formación práctica. Los participantes realizan sesiones prácticas, supervisadas por el responsable del proyecto y el profesor tutor del aula. El periodo de prácticas comprende entre 3-4 meses.  En el curso 2014-2015 pretendemos llevar a cabo la formación práctica no solo con alumnos menores de 18 años si no también con alumnos adultos.
Evaluación. Una vez finalizado el periodo de prácticas, durante 4 sesiones,  los alumnos se reúnen junto a sus profesores para evaluar este periodo. Se revisan los diarios de aula, las dificultades encontradas y así como la resolución de las mismas. Finalmente, se hacen propuestas de mejora que se implementan en el curso siguiente.

4.3. Valoración de la experiencia

Durante el curso 2013-2014, a los alumnos se les solicitó la valoración de su satisfacción sobre la experiencia a través de un cuestionario.

 5. Metodología y programación

La metodología empleada a lo largo del módulo de formación básica se realiza a través de la presentación por parte del profesor de la temática que se va a desarrollar. Previamente se le plantean al alumnado diferentes cuestiones sobre las que debe reflexionar antes de comenzar la exposición teórica del profesor. Los alumnos, a través de la búsqueda de información, elaboran presentaciones específicas de la temática tratada en clase. Así, por ejemplo, si se trabaja sobre modificación de conducta deben buscar información sobre qué son refuerzos y castigos, los diferentes tipos y exponer ejemplos para su aplicación a partir de su experiencia.  Además, se utiliza la grabación de las intervenciones durante el periodo de prácticas con el objetivo de corregir y mejorar las posteriores intervenciones.

Asimismo las sesiones se complementan con otras técnicas como son videoforum, discusiones grupales, role-playing.

Durante el periodo de prácticas los alumnos, guiados por el responsable, preparan la sesión, los contenidos que se van a impartir, las actividades que se van a realizar, los recursos informáticos, impresos, etc. con los que deben contar y se asignan las tareas entre los participantes. Al finalizar, cada sesión el alumno y el profesor-tutor evalúan la práctica y preparan conjuntamente las modificaciones pertinentes para la nueva clase.

Proyecto REDDO

6. Resultados de la encuesta de satisfacción

6.1. Cuestionario de satisfacción de los alumnos formados como Auxiliares Docentes

Como se indicó anteriormente, al finalizar el curso académico 2013-2014, se les solicitó a los recién formados auxiliares docentes que completaran un cuestionario que permitiera valorar su grado de satisfacción con el desarrollo del proyecto. Este cuestionario, elaborado ad hoc en lectura fácil, contaba con 16 ítems y con una escala de valoración, para facilitar su comprensión, de 3 opciones de respuesta. Las 3 opciones de respuesta fueron: “de acuerdo”, “en desacuerdo” y “no sé”.

En la gráfica 1, en el eje de las ordenadas aparece representado el porcentaje de alumnos formados como auxiliares docentes que han expresado sentirse satisfechos o de acuerdo con los ítems valorados.  En el eje de las abscisas se pueden observar los ítems establecidos para la valoración del desarrollo del mismo. Éstos se agruparon en 5 apartados, referidos a:

  • Actitud y participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje
  • Transmisión de conocimientos
  • Valoración de los recursos y tiempos utilizados
  • Valoración de las relaciones establecidas con el equipo de profesionales del proyecto, compañeros y alumnos
  • Valoración del periodo de prácticas

En la encuesta de satisfacción aplicada a los alumnos formados como auxiliares docentes, podemos apreciar resultados realmente positivos.  El 100% de los participantes han mostrado su total conformidad o acuerdo respecto a su trabajo y esfuerzo realizado durante el curso, a su asistencia a clase, a su propia actitud, así como a la mejoría en sus relaciones sociales, la adquisición de nuevos conocimientos y la transmisión de estos.

Asimismo, el 75 % de los participantes muestran su satisfacción en las áreas de duración del periodo formativo y de relación con los profesores.  Si bien es cierto que estos resultados son positivos nos llevan a considerar estos aspectos como áreas de mejora. Por tanto, a la luz de estos resultados, creemos que aspectos como la duración del proyecto (de 1 curso académico actualmente), en el que se incluye tanto la etapa formativa y la etapa de prácticas ha de ser revisado. Ambas etapas de la formación (teórica y práctica) se han llevado a cabo con una frecuencia de un día a la semana con una duración de 90 minutos por cada sesión. Destacamos el interés mostrado por los auxiliares de aula por ampliar principalmente, el periodo de prácticas.

Del mismo modo, el 25 % de los auxiliares docentes muestran su desacuerdo en la relación establecida con los profesores.

Esto puede deberse a que durante el periodo de prácticas han contado con dos profesores diferentes, uno el tutor que ayudaba en la preparación inicial de la clase práctica y otro el profesor de apoyo durante el desarrollo de la práctica. Quizás sea más operativo que sea el mismo profesor el que haga el proceso de acompañamiento, tanto en la preparación de la clase como durante su impartición, facilitando así a los alumnos una relación más fluida en esta etapa de su formación, con un solo profesor de referencia que facilite la coherencia entre la planificación de la sesión de prácticas, el desarrollo de la misma y la valoración a posteriori. Contar con dos profesionales, per se, no necesariamente implica dificultades en la relación alumno-profesor, pero quizás si merme la coherencia y concordancia de criterios, planes de trabajo, compromisos adquiridos, etc.

6.2. Cuestionario de satisfacción de las familias

Para la valoración del grado de satisfacción de las familias de los alumnos participantes se desarrolló un cuestionario consistente en 15 ítems con una escala de valoración de 3 opciones (satisfecho, poco satisfecho, insatisfecho).

En la gráfica que se muestra a continuación (gráfica 2), se observa en el eje de las ordenadas representado el porcentaje de familias que están satisfechas con el proyecto. En el eje de las abscisas se pueden observar los ítems establecidos para la valoración del desarrollo del proyecto.

Éstos se agruparon en 4 apartados, referidos a:

  • Logros conseguidos respecto a los alumnos
  • Valoración de los recursos utilizados
  • Profesionalidad del equipo de profesionales
  • Valoración de las prácticas realizadas por los alumnos

De acuerdo con los resultados obtenidos, podemos apreciar cómo las familias en general valoran positivamente el proyecto; sin embargo, enfatizan más en la repercusión que ha tenido a nivel de desarrollo personal, (motivación) y no tanto en el desarrollo cognitivo (conocimientos, funcionalidad de lo aprendido, resultados obtenidos, logros y recursos). Casi el 100% de las familias se muestran satisfechas con aspectos como la motivación del alumno y del profesor, la implicación, las relaciones sociales y la relación entre alumno-profesor.

Asimismo, el 66 % de las familias se han mostrado satisfechas con el alcance de los logros, los recursos utilizados, los horarios aplicados y el tipo de prácticas que se han realizado, no así el 34 % restante. Como medida de mejora se propone volver a explicar los objetivos del proyecto a las familias, ya que los auxiliares docentes no van a aprender tecnología sino que la van a enseñar y para ello, es preciso contar con unos conocimientos pedagógicos que les faciliten esta tarea.

III. CONCLUSIONES

La alta motivación de los adultos por asumir sus responsabilidades como auxiliares de aula, así como la predisposición de las familias de los alumnos menores a recibir clases de alumnos con más experiencia en tecnología, hace que la valoración de esta iniciativa sea muy positiva desde sus inicios.

Todo cambio necesita un período de adaptación y este caso no fue una excepción. Para que este cambio no fuera tan brusco, en las primeras clases hubo un apoyo importante por parte de los profesionales del equipo. Este apoyo fue retirándose gradualmente hasta que las clases han sido llevadas a cabo prácticamente en exclusiva por las personas con discapacidad intelectual, favoreciendo así la visión de los auxiliares docentes como figura de referencia y autoridad.

Los resultados de esta nueva experiencia han sido altamente gratificantes. La motivación de los aspirantes a auxiliares de aula ha ido en aumento con el paso de los meses. Además su autoestima se ha visto reforzada al verse capaces de romper otra barrera y ser capaces de enseñar a otras personas. Hasta ahora ellos siempre habían sido los alumnos y han podido comprobar que pueden desarrollar labores docentes y que otras personas pueden aprender de sus conocimientos.

Con respecto a los adolescentes con discapacidad intelectual hemos visto una predisposición excelente, aceptando a los auxiliares de aulas en su rol de profesores. Los auxiliares han adaptado su lenguaje al nivel de los alumnos, han utilizado sus propias estrategias de aprendizaje a la hora de transmitir los conocimientos, todo ello ha facilitado el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los adultos con DI han mostrado una empatía especial con sus alumnos con necesidades especiales. Entienden perfectamente que hay alumnos con más dificultades que otros y no dudan a la hora de acercarse a ellos para darles un apoyo más específico. Con ello, nos demuestran día a día que pueden ejercer como profesores auxiliares en cualquier aula de educación especial.

Además de las valoraciones cuantitativas indicadas anteriormente, se recogió de manera cualitativa algunas opiniones sobre el proyecto. Destacamos algunos testimonios interesantes que nos hacen reflexionar a los profesionales sobre la importancia de intentar seguir mejorando y creando nuevas iniciativas como esta.

“Para mí ha sido un gran logro llegar a ser profesora”
 “Quiero seguir en este Proyecto hasta que me digan que ya no lo van a hacer más”
 “Recomendaría este Proyecto sobre todo a las personas que conozco y que quiero

Los padres de los alumnos han manifestado que les parece una buena experiencia que recomendarían a otras personas y de la que no cambiarían nada. También afirman no conocer una experiencia parecida y en su totalidad creen que su hijo se ha beneficiado de ella abriéndoles nuevas oportunidades de formación, nuevos retos, incluso de nuevas opciones laborales en el futuro.

A nivel profesional nos planteamos un nuevo reto para el siguiente proyecto: comprobar el nivel de competencias tecnológicas que adquieren los alumnos al ser tutorizados, en el aula de tecnología, por auxiliares docentes formados en el Proyecto Reddo.

BIBLIOGRAFÍA

Puig, J. B. (2007). Aprendizaje servicio. Educar para la ciudadanía. Barcelona: Octaedro.