Buenas Prácticas

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NUEVO PERFILPROFESIONAL:  AUXILIAR DE CULTURA

Rebeca Barrón

Rebeca Barrón es Presidenta Asociación Argadini, Madrid

rebecaargadini@gmail.com

La Asociación Argadini es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja desde 1999 para la inclusión social de personas con discapacidad y trastornos del espectro autista a través del arte y la cultura.

Uno de los programas que actualmente lleva a cabo la Asociación Argadini es la formación del perfil profesional en “Auxiliar de Cultura”. Se trata de un completo curso  de dos años de duración teórico-práctica que habilita a los participantes para trabajar como auxiliar de cultura en una amplia gama de instituciones, como bibliotecas, centros culturales, auditorios y museos,  congresos, eventos y otros actos.

Perfil profesional en “Auxiliar de Cultura”

Ante la necesidad de trabajar, de seguir estudiando y de seguir participando del mundo de la cultura que muestran las personas que venían participando en los diferentes programas de la asociación (“Hablando con la pintura”, “Escribir por el placer de contar”….) emerge el perfil de “Auxiliar de Cultura”, un perfil profesional variado, adecuado a sus intereses, capacidades, ritmos de trabajo… Todo un reto personal y social.

Y si bien este perfil profesional lleva ya algunos años activo, es ahora cuando la Asociación Argadini ha captado el interés del ámbito universitario para impartir  formación en el perfil profesional “Auxiliar de cultura” dirigido específicamente a personas con discapacidad. El propósito de esta formación es la realización de trabajos en todo tipo de instituciones culturales: bibliotecas, auditorios, museos, centros culturales, restauración, documentación…, así como congresos, eventos socio-culturales, etc. Esto supone un paso importante para incrementar la inclusión socio-laboral de todas aquellas personas que, si bien tienen algún grado de discapacidad, son especialmente sensibles para comprender y disfrutar todo aquello que rodea el arte y la cultura.

El programa formativo, que desde el próximo curso se impartirá en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, tiene una duración de dos cursos académicos, y contempla un periodo de prácticas en entornos laborales inclusivos. Las sesiones formativas se desarrollan de lunes a jueves en horario de mañana y son impartidas por profesionales del ámbito  de las Bellas Artes, Turismo, Psicóloga Educativa, Teatro, etc. Se trata de un equipo docente multidisciplinar.  Algunos de los contenidos que se imparten en el programa formativo son turismo, geografía, historia, literatura,  música, artes escénicas, artes plásticas, así como el desarrollo de habilidades de gestión emocional y habilidades para el desempeño del trabajo con el acompañamiento de un coach educativo.

Para enmarcar este perfil profesional, cabe mencionar brevemente el Documento Cero de la Gestión Cultural en España que regula los perfiles profesionales relacionados con el ámbito cultural: Técnico Superior en Gestión Cultural, Técnico Medio en Servicios Culturales, Técnico Auxiliar de Servicios Culturales y, finalmente, Auxiliar de Cultura. De acuerdo con este documento, el perfil profesional Auxiliar de Cultura incluye las siguientes competencias, que se especifican a continuación como líneas orientativas:

  1. Realizar tareas y funciones auxiliares administrativas en el sector cultural y en los espacios e infraestructuras culturales que les fueren asignados.
  1. Informar a los usuarios y público en general de centros culturales, centros cívicos, de proximidad, de interpretación, archivos, auditorios, bibliotecas, museos, teatros, conjuntos monumentales, etc.
  1. Colaborar con los Técnicos Superiores, Medios y Técnicos Auxiliares en la preparación de las actividades culturales desarrolladas en el ámbito de la Admón. Pública o empresa.

Los puestos de trabajo que rodean al mundo cultural y artístico conllevan una manera específica de actuar, cuentan con un vocabulario diferente y exigen una gran capacidad para entablar relaciones sociales. Adecuarse a estas exigencias implica un gran esfuerzo para los participantes en el programa. Por eso, al comienzo de las prácticas cada persona cuenta con el apoyo presencial de un preparador que les “guía y acompaña” en su nuevo puesto de trabajo y que se retira gradualmente a medida deja de ser necesario.

Este es el caso de Carlota Merino y Rita Aguirre, educadoras sociales de la Asociación Argadini, que hacen hincapié en los aspectos inclusivos del programa de formación en Museos. Para ellas “…el hecho de venir a trabajar les hace sentirse reforzados; describen la experiencia como un estímulo personal, se sienten importantes, activos dentro de la comunidad y la experiencia mejora su autonomía y su autoestima”.

Nos gustaría destacar las posibilidades de integración (realmente innovadoras) que el proyecto supone, ya que con este tipo de iniciativas se refuerza considerablemente la sensibilización social  en materia de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad (valores vertebradores de nuestra actividad).

Este nuevo perfil laboral supone una  visión diferente del trabajador y del puesto de trabajo. Los trabajadores necesitan una formación muy activa socialmente pues los temas culturales y artísticos son generadores de nuevos impulsos, nuevos retos personales activando continuamente la forma de pensar, sentir, comunicarse…  obligando a un constante reajuste personal, lo que supone para la persona un gran enriquecimiento, una forma diferente de sentirse activo en la comunidad, ya que el efecto de estos trabajos sobre el proyecto global de la inclusión social, de la participación en la comunidad, podría calificarse sin lugar a dudas como enormemente positivo al abrir campos de actuación.

Experiencia desarrollada en Museos

Actualmente son nueve jóvenes los que participan en este programa: Tania, Carlos, Carmen, Pilar, Mikey, Gema, Ana, Fátima, Óscar y Silvia. Se tratan de nueve pioneros que desarrollan labores muy diversas: vigilancia de salas, restauración, documentación,  visitas guiadas…

Es el caso de Tania y Carlos, que vigilan salas en el Museo Lázaro Galdiano; o el de Carmen y Pilar, que realizan sus prácticas en el Museo Nacional de Artes Decorativas como auxiliares del Departamento de Conservación y Restauración y en la Biblioteca, y de su compañero Mikey, que realiza visitas guiadas al museo en castellano e inglés. Por su parte, en el Museo Sorolla, Ana, vigilan salas y reciben a los visitantes recogiendo las entradas, Fátima y Óscar realizan visitas guiadas algunos sábados e imparten  talleres para niños algunos viernes por la tarde junto a  Silvia. De hecho, durante los meses de Marzo, Abril, Mayo y Junio de 2016,  han realizado cinco talleres dirigidos tanto a niños sin discapacidad como a niños con discapacidad y a sus familias. Se tratan de talleres dinámicos a través de los cuales, los participantes tienen la posibilidad de conocer la casa de Joaquín Sorolla, sus obras, su vida y a su familia y, además, pintan y versionan algunas de sus obras principales.

Sin duda alguna, para los visitantes del Museo Sorolla es toda una sorpresa inicial escuchar a Óscar, un hombre con síndrome de Down, durante el itinerario “Los jardines y los viajes de Joaquín Sorolla”, y a Fátima, una mujer con síndrome de Down, explicar algunas de las principales obras de Sorolla en su itinerario “Los sentimientos de Joaquín Sorolla y su familia”. Ambos desarrollan sus explicaciones con gran profesionalidad y seguridad con dos itinerarios.

Por su parte, Carmen y Pilar realizan tareas relacionadas con la documentación y cuidado de la Biblioteca en el Museo Nacional de Artes Decorativas.

Silvia realiza visitas guiadas para adultos y talleres para niños.  En este mes de junio de 2016 ha realizado su primera experiencia con colegios en el Museo Reina Sofía junto a la Confederación Española de Aula de Tercera Edad (CEATE), en una experiencia de “Más Cultura=Más Inclusión”.

Experiencia desarrollada en Bibliotecas

Gema, alumna en prácticas, ha sido figura de apoyo en las visitas escolares que han habido durante tres meses en la Biblioteca José Saramago, situada en un barrio madrileño. Estas visitas están dirigidas por profesionales de la Biblioteca se realizaban en la sala infantil de la misma y consistían en conocer la biblioteca y los recursos existentes. Para ello, el profesional presentaba el espacio y contaba uno o varios cuentos que, siempre, iban acompañados de una actividad plástica y creativa.

Dentro de esta dinámica, Gema, como auxiliar cultural, participaba como persona de apoyo ayudando a los niños a quitarse y ponerse los abrigos, a ubicarles, mantener el silencio, repartir el material a los niños, guardar los libros y cuentos que se iban leyendo durante la actividad, etc.

Otra función a desempeñar ha sido la de preparar el material necesario para las visitas escolares. Para ello, debía sacar punta a las pinturas, recortar, pegar y montar el material que después colorearían los niños, etc.

Por último, también se ha realizado la revisión del revistero, tanto de infantiles como de adultos, comprobando así que todas las revistas estuviesen en su casillero, que no estuvieran mezcladas, que el último número de cada revista tuviera una pegatina azul y se encontrara correctamente ubicada en el expositor, etc.

Conclusión

Para Rebeca Barrón, presidenta de la Asociación Argadini, la incorporación a un entorno laboral real reporta a las personas con necesidades de apoyo beneficios psicológicos y laborales. Desde el punto de vista formativo, esta experiencia “…les aporta habilidades para la empleabilidad que ellos desean conseguir, sintiéndose parte de la sociedad y aportando una nueva mirada. Genera continuos retos personales y les ofrece la satisfacción de superarlos”.

Desde una perspectiva más amplia, Rebeca Barrón destaca las posibilidades, realmente innovadoras, que ofrece este proyecto para la integración plena de las personas con discapacidad. La relación cotidiana, la exigencia y la mutua valoración, que propicia la convivencia de personas con y sin discapacidad en un entorno laboral normal, implica  un salto cualitativo en nuestro modo de relacionarnos con la diferencia. Dándole cabida, los museos no sólo cumplen con su mandato de accesibilidad universal; además, se benefician de la ilusión renovada de aquellos que los conocen por primera vez y redescubren, en su mirada, su misión social.

Colaboración con entidades

A efectos de aprovechar al máximo la formación y garantizar las prácticas formativas, la Asociación Argadini ha suscrito los siguientes convenios de colaboración:

Convenio con el Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid para la realización de prácticas formativas en las Instituciones Culturales Dependientes de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos.

Convenio con la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales para la realización de prácticas formativas en los museos de titularidad estatal (Museo Nacional de Artes Decorativas, Museo del Romanticismo, Museo Sorolla y Museo Lázaro Galdiano). A estos museos se ha unido para el próximo curso el Museo Del Romanticismo.

A continuación, se describen los tres museos madrileños en los que actualmente personas con discapacidad intelectual están desarrollando el perfil Auxiliar Cultural.

El Museo Lázaro Galdiano

El Museo Lázaro Galdiano es uno de los pocos conjuntos madrileños de palacete y jardín que han sobrevivido hasta nuestros días, alberga más de 3.000 obras de arte expuestas (seleccionadas entre su colección de 12.600) en la que fuera residencia particular de José Lázaro Galdiano y su esposa Paula Florido.

Museo Nacional de Artes Decorativas

La finalidad del Museo Nacional de Artes Decorativas es interpretar los objetos que, desde el siglo XIV a nuestros días, han formado y forman parte de la vida diaria, junto con las ideas, los valores y las actitudes que encarnan. Nuestro objetivo es difundir y contribuir activamente a entender el contexto en el que estos se usaron y fueron realizados.

El Museo Sorolla

El Museo Sorolla conserva el ambiente original de la vivienda y el taller del pintor Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia 1863 – Cercedilla 1923). Custodia la más rica colección de sus obras, pinturas llenas de color que irradian luz y vitalidad. Es una de las casas de artistas más completas y mejor conservadas de Europa, y su jardín, también diseñado por él, es un precioso oasis en la ciudad.

Para poder apreciar verdaderamente esta iniciativa, se recomienda visionar el siguiente vídeo disponible a través de este enlace: https://youtu.be/FW9NpX8Dn2c

Este proyecto, además, ha sido posible gracias a la colaboración de las siguientes entidades:

Fundación Mª Cristina Masaveu Peterson, entidad que viene apoyando el proyecto durante varios años.

Fundación Aprocor, con la participación de alumnos y alumnas.

También se han realizado visitas guiadas con Turismo Madrid, Visitas Guiadas Oficiales del Ayuntamiento de Madrid.

Por su parte, la Fundación Manpower ha colaborado en las primeras prácticas de visitas guiadas.