Miradas sobre Madrid
Ángeles García Vallejo
Coordinadora de Arte Down
Down Madrid. Madrid
angeles.garciavallejo@downmadrid.org
Resumen
El arte es un instrumento de primer orden para favorecer la inclusión social. Por esta razón, la Fundación Down Madrid muestra una experiencia artística, en colaboración con arquitectos y fotógrafos, en la que las personas con síndrome de Down enseñan que son capaces de formar parte del mundo del arte en un plano de igualdad. 12 artistas con síndrome de Down, 12 arquitectos, 12 fotógrafos: una perspectiva diferente sobre la ciudad de Madrid.
- Introducción
Arte Down, proyecto de la Fundación Síndrome de Down de Madrid (Down Madrid), es una ventana abierta al mundo para que los artistas con síndrome de Down puedan dar a conocer sus obras y encuentren su espacio dentro del mercado del arte. Desde 1993, viene organizando el Concurso Internacional de Pintura para Personas con Síndrome de Down. También organiza actividades de formación, expresión artística y participación en el sistema del arte a través de:
- Talleres de pintura
- Arte y Cultura con visitas a museos
- Concursos
- Exposiciones
- Subastas
Además, la tienda de Arte Down ofrece una serie de artículos, hechos a partir de obras de estos artistas, muchos de los cuales, como tazas, abanicos, delantales, pisapapeles, cuadernos y otros, se pueden encontrar en las tiendas del Museo del Prado o el Museo Thyssen-Bornemisza.
Los dos grandes museos de Madrid colaboran desde hace años con nosotros, sirviendo de estímulo de superación y, a la vez, de escaparate para las obras de nuestros artistas, que así coexisten y comparten un pequeño espacio con los maestros mundiales de la pintura de todos los tiempos. Hasta el momento, Arte Down es el único proyecto del tercer sector que está integrado en el Museo del Prado de esta manera, lo cual tiene un gran valor, al ser la máxima institución artística del país. Con la compra de los productos se colabora en la integración social, autonomía y crecimiento personal de los artistas con síndrome de Down.
- El arte como vehículo de expresión y de inclusión social
Desde Arte Down creemos firmemente que el arte favorece la integración de las personas con síndrome de Down Los seres humanos tenemos necesidades imperiosas como respirar, comer, dormir… pero también nos comunicarnos entre nosotros. Esa comunicación puede ser a través de palabras, de forma oral o escrita, con expresión corporal, o visualmente con imágenes creadas en todo un amplio abanico de posibilidades.
El arte constituye una forma de expresión diferenciada para cualquier ser humano, y supone un vehículo estupendo para muchas personas con discapacidad intelectual, sumando y completando sus otras formas de expresión, que por su propia alteración cromosómica pueden estar afectadas en mayor o menor medida.
Cualquier manifestación artística, además de una forma de expresión, supone un modo de canalización de emociones, ideas y vivencias, estimulación de ambos hemisferios del cerebro, desarrollo de la coordinación, mejora de la planificación, ejercicio de disciplina, potenciación del pensamiento abstracto, aumento de la percepción espacial y del entorno, y un largo etcétera de beneficios. En nuestra población todo ello contribuye a una mejora de la comunicación y de las habilidades sociales, necesarias para facilitar la inclusión de cualquier ser humano.
Dentro del arte, y centrándonos en la pintura, hemos constatado a través de nuestra trayectoria en los talleres de pintura, que ésta permite a los artistas con síndrome de Down trabajar en su propio desarrollo como personas, mejorando sus competencias emocionales. Toman conciencia de sus propias capacidades, se autorregulan y eso les genera confianza. Esto les lleva a un autocontrol de sus acciones, mediante el cual se adaptan en un proceso continuo de cambio e innovación creativo, y generan iniciativas y compromiso con sus tareas. Como consecuencia, aumentan las destrezas sociales: el trabajo en equipo, la cooperación, la comunicación, el liderazgo, etc.
Por estas razones, llevamos a cabo actividades en talleres de pintura y de formación en arte y cultura. Pero estas actividades no pueden quedar reducidas a una participación limitada al ámbito de nuestra Fundación, por lo que ideamos otras formas de participación activa en la sociedad.
En general, los trabajos artísticos no son demandados para crear empleo en el mundo empresarial; sin embargo son parte importante del desarrollo de un país, a través de otros cauces como exposiciones en museos, galerías, sitios web, actividades de mecenazgo, etc. Es dentro de estos cauces en los que nos movemos y donde ha tenido cabida nuestro proyecto.
- Miradas sobre Madrid: orígenes y contenido
Este proyecto ha sido la experiencia artística más inclusiva, colaborativa y extraordinaria, conseguida hasta ahora por la Fundación Síndrome de Down de Madrid, en la que han participado personas con discapacidad intelectual, concretamente 12 personas con síndrome de Down.
En Arte Down se gestó la idea dos años antes de materializarse y fue tomando forma gracias a la inestimable colaboración y dedicación de dos madres de artistas que, desde que nacieron sus hijos con síndrome de Down, no han parado de trabajar por conseguir su inclusión a través del arte, entre otras vías. Ellas son Mª Luisa Martínez-Fresneda, impulsora de Arte Down y Rosa Majó.
Hemos sido muchos los que hemos trabajado en el proyecto, pero, desde mi experiencia con profesionales de la discapacidad, tengo que decir que el entusiasmo y la dedicación de los padres es una fuente inagotable que no deja de sorprenderme y creo que contar con ellas ha sido uno de los aciertos de Miradas sobre Madrid. Por esta razón pienso que, en casi cualquier proyecto sobre discapacidad intelectual, hay que agradecer, valorar e incluso reclamar su presencia.
En Down Madrid tuvimos hace años un precedente parecido que se llamó El abrazo del Arte, cuyo resultado fue espectacular visualmente hablando. En él, 12 equipos formados cada uno de ellos por una artista con síndrome de Down, un decorador y un diseñador de moda daban vida a 12 cuadros de pintores españoles del siglo XIX recreándolos.
Partiendo de aquella idea, se variaron las disciplinas que debían estar representadas, a la vez que se buscaba un mayor trabajo en equipo de los participantes.
Miradas sobre Madrid es el resultado del trabajo de 12 equipos distintos, cada uno de ellos integrado por un artista con síndrome de Down, un arquitecto y un fotógrafo, que ha dado lugar a 36 obras en las que se plasma una visión diferente de Madrid, a través de la recreación artística de 12 edificios o lugares emblemáticos de la ciudad.
En cada uno de los equipos estaban representadas, por tanto, 3 disciplinas diferentes: pintura, arquitectura y fotografía. Cada una de estas tríadas debía interpretar un edificio o monumento emblemático de la ciudad de Madrid, con total libertad creativa en cuanto a la elección del edifico como tema central, las técnicas a emplear, tamaños, colores, materiales, texturas, etc.
El objetivo de este proyecto responde a una idea, que coincide con la innovadora filosofía de The Norman Foster Foundation, uno de los participantes más internacionales. Como dice Lord Foster en su entrevista en el periódico El Mundo de 29 de mayo de 2017, su Fundación en Madrid va a ser un espacio de referencia donde trabajarán desde diferentes disciplinas porque “El poder de fusionar profesiones y destrezas genera una gran potencia”.
- Equipos
Una vez que estuvo clara la idea, comenzamos la labor de búsqueda de candidatos a los que lanzar nuestra invitación de unirse al proyecto. Por una de esas casualidades de la vida, Flavia Hohenlohe, chairman en España de la casa de subastas Sotheby’s, acababa de entrar como voluntaria en Down Madrid. Por su perfil era perfecta para participar en nuestra experiencia artística y aceptó ser comisaria de la exposición, aportando además la idea de realizar una subasta con las obras, una vez finalizara la muestra.
Fueron meses de trabajo en los que el entusiasmo nunca decayó, a pesar de las complicaciones, logrando finalmente la participación de 12 arquitectos y de 12 fotógrafos que creyeron en las capacidades de los artistas con síndrome de Down. Los temas y las tríadas responsables de cada proyecto quedan relatados en la siguiente tabla:
TEMA | ARTISTAS | ARQUITECTOS | FOTÓGRAFOS |
Ciudad Telefónica | Sergio Centeno | Rafael de la Hoz | Aitor Ortiz |
Torres de Colón | Begoña Urtasun | Carlos Lamela | Felipe Scheffel |
Teatro Real | Irene Soto | Aguirre Newman Arquitectura | Ouka Leele |
Puerta de Alcalá | Inés Evangelio | Teresa Sapey | Sacha Hormaechea |
Jardín Botánico | Ana Martínez | Patricia Urquiola | Mónica Sánchez Robles |
Museo Arqueológico | Jorge Bermejo | Juan Pablo Rodríguez-Frade | Fernando Manso |
Casón del Buen Retiro | Álvaro Entrecanales | Valentín de Madariaga | Pablo Zuloaga |
Nudo de Cibeles | Victoria Vallejo-Nájera | Mecanismo | Rafael Vilallonga |
Ciudad BBVA | Pedro García | Herzog & de Meuron | Jean Marc Manson |
Torre de PWC | Alejandro Pérez-Fadón | Carlos Rubio Carvajal | Genoveva Casanova |
Estaciones servicio Repsol | Carlos González | The Norman Foster Foundation | José Manuel Ballester |
Edificio Metrópoli | Luis Sainz de la Cuesta | Alberto Campo Baeza | Dani Parra |
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Así, ellos han podido trabajar codo con codo con prestigiosos profesionales del mundo de la arquitectura y de la fotografía, que han demostrado que no sólo son grandes profesionalmente sino también como seres humanos, regalando su dedicación cariñosa, su tiempo y su trabajo por una causa común: mostrar a través del arte que las personas con síndrome de Down pueden tener un talento muy especial y una extraordinaria sensibilidad artística. Sólo es cuestión de trabajar de otra manera, porque lo que vale para una persona, no necesariamente vale para todas.
La forma de trabajo ha variado según el grado de implicación de los profesionales, todos ellos con cargadas agendas; pero en todos los casos hubo gran comunicación y puestas en común para plantear qué iban a crear y de qué manera iban a abordar sus trabajos. Se reunían en los estudios y talleres y todos hacían sus aportaciones. Posteriormente trabajaban por separado o conjuntamente e incluso, en algunos casos, han hecho también una obra común, en un verdadero trabajo en equipo.
La libertad creativa, es decir, la falta de límites en las ejecuciones, y partiendo, como única premisa, de que el tema fueran edificios o construcciones importantes de Madrid, ha dado como resultado una gran variedad de piezas. La muestra se configuró con numerosos elementos diferenciadores, donde cada equipo ha tenido su propia lógica, su propia filosofía, que ha llevado a cada uno a una relación diferente con su trabajo.
Hay maquetas de edificios como el Teatro Real, el nudo de Cibeles, el Distrito Telefónica; maquetas alegóricas, como la del edifico Metrópolis; cuadros al óleo; collages, y muchísimas fotografías, magníficas todas, en soportes diferentes. También elementos arquitectónicos aislados, prototipos, como el de la puerta de bronce del Museo Arqueológico, e incluso trabajos audiovisuales, como el de Fundación Repsol.
Los artistas con síndrome de Down han participado en un proyecto colaborativo que ha mostrado a la sociedad lo que muchos no pueden o no quieren ver. Lo han puesto de manifiesto algunos participantes con sus testimonios. Así por ejemplo el arquitecto Carlos Rubio Carvajal, autor de la Torre PwC de Madrid declara: “Por circunstancias de la vida nunca he tenido ocasión de tratar directamente con personas con síndrome de Down. Conocer a Alex ha sido para mí todo un descubrimiento; y trabajar con Rosa, su madre, y Genoveva Casanova una experiencia única, inolvidable y muy gratificante”.
Otro arquitecto, Carlos Lamela, que, entre otras cosas, reformó las Torres de Colón construidas por su padre, apunta: “Me enorgullece haber planteado mi reflexión gráfico-fotográfica junto a las espléndidas fotografías de mi amigo Felipe Scheffel. Pero lo mejor y de lo que me siento más orgulloso es de haber podido compartir esta aventura con Begoña, excepcional artista, que demuestra que las personas con síndrome de Down no solamente están dotadas para muchísimas cosas, sino que en muchos casos pueden ser los mejores».
Uno de los equipos extraordinariamente colaborativos fue el formado por el artista Carlos González Fraga, Lord Norman Foster a través de la Norman Foster Foundation y el fotógrafo José Manuel Ballester, ambos de más que conocida carrera profesional.
Este último dejó plasmado por escrito sus reflexiones en un precioso texto. En él manifiesta que su proyecto común de recrear las estaciones de servicio Repsol, diseñadas en su día por Norman Foster, ha constituido un viaje que le ha permitido cambiar la perspectiva de su propio trabajo, y del que extraemos estas palabras: “…trabajar con Carlos, nos ha permitido entender los tiempos de otra manera. Y su intervención imprimió un ritmo y una forma de abordar el desarrollo con una actitud de devoción por el acto en sí y una elegancia muy poco común, que impuso entender dicha labor de manera diferente. Su capacidad de concentración tan extraordinaria está presente en todo momento. Una concentración que resultó contagiosa y que transformaba el trabajo en un acto de puro placer”.
- Los artistas con síndrome de Down
Han participado Sergio Centeno, Begoña Urtasun, Irene Soto, Inés Evangelio, Ana Martínez, Jorge Bermejo, Álvaro Entrecanales, Victoria Vallejo-Nájera, Pedro García, Alex Pérez-Fadón, Carlos González y Luis Sainz de la Cuesta. Todos son adultos, cuyas edades están comprendidas entre los 23 y los 50 años, excepto Victoria que es la benjamina y artista novel, que tiene 14. Cuando se lo propusimos, no dudaron un instante y algunos saltaron de alegría.
Sergio es uno de los artistas que ha participado en este proyecto. Su capacidad relacional y sus habilidades sociales son escasas fuera de su familia. Su expresión oral es muy limitada y le cuesta interactuar con sus compañeros de Down Madrid, con los que lleva años en un itinerario formativo, además de pertenecer tanto a un grupo de ocio, como de pintura.
Sin embargo se transforma con las manualidades y es sumamente creativo en el taller de pintura. De ser una persona pasiva sentada en un sillón y apenas sin comunicación, Sergio se convierte con los pinceles en una persona llena de energía, movimiento y creatividad. Tiene “ideas” y las plasma en un lienzo. Ha ganado en dos ocasiones premios de pintura.
Su madre explica la alegría que a ella le produce ver cómo la pintura le da vida, cómo él se concentra y cómo disfruta durante todo el proceso creativo. Su cara es el espejo de esa transformación. Quizás sea uno de los ejemplos más claros de que el arte es una vía de expresión y para Sergio es casi la única.
Para el resto de los artistas la pintura les ha provocado el mismo esfuerzo y disfrute a la vez, y han trabajado en diálogo directo con los profesionales de las otras disciplinas. Por ejemplo, vamos a centrarnos en el equipo que decidió recrear una parte del Jardín Botánico.
Equipo del Jardín Botánico con sus obras
Este equipo quería mostrar la naturaleza que está presente por toda la ciudad. Para ello eligió como tema central el Emparrado del Jardín Botánico, reflejándose en el agua tras la lluvia. Ana Martínez Bermúdez pintó el cuadro en primavera, con los primeros brotes, enmarcado en una estructura de metal que, como un espejo, refleja la imagen. La arquitecta y diseñadora Patricia Urquiola creó una escultura, en una impresora 3D, que estaba situada sobre un vidrio con acabado iridiscente y serigrafiado, reflejando en colores cambiantes los arcos del emparrado y una vegetación intemporal. Mónica Sánchez-Robles, la fotógrafa, compuso su imagen duplicándola sobre dibond y con aluminio perimetral.
Ana nos cuenta su experiencia escrita de su puño y letra, respondiendo a las preguntas de un medio de comunicación acerca de: 1. Cómo se prepara cuando empieza a trabajar, 2. Cómo lo hizo, 3. Qué le gusta pintar, 4. Qué le ha gustado más de su cuadro, 5. A qué se dedica, 6. Cómo se siente y 7. Qué le ha gustado más de esta experiencia.
Una vez que las obras estuvieron finalizadas organizamos la exposición en el Palacio de Cibeles de Madrid, en un montaje creado por el diseñador expositivo Francisco Bocanegra, arquitecto y diseñador de grandes exposiciones como Ceán Bermúdez en la Biblioteca Nacional, The Abelló Collection en el Meadows Museum de Dallas o Murillo y los Capuchinos, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, entre otras.
La exposición, comisariada por Flavia Hohenlohe, fue inaugurada por la infanta Dª Elena de Borbón el día 23 de noviembre de 2016. Las obras estuvieron expuestas dos meses en el Palacio de Cibeles con una gran afluencia de visitantes, más de 90.000.
A finales de enero se trasladó toda la muestra a Sevilla, a la Fundación Valentín de Madariaga, donde estuvo un mes, para posteriormente traerla de vuelta a Madrid, al Colegio Oficial de Arquitectos (COAM), para realizar la subasta, cuya recaudación Down Madrid empleará en el cumplimiento de su misión.
- Impacto del proyecto
Está claro que para alcanzar nuestro objetivo había que conseguir que fuera conocido por la mayor cantidad de gente posible. Por eso, para la divulgación de la muestra, hemos contado con la ayuda de la agencia de comunicación Primar, que ha trabajado con el equipo de difusión de proyectos de Down Madrid, consiguiendo una amplia repercusión en los medios.
Desde distintas empresas e instituciones se ha solicitado la exposición para itinerarla y pudiera ser disfrutada por el mayor número de personas. A pesar del interés que ha suscitado, esto no ha sido posible más allá de la Fundación Valentín de Madariaga en Sevilla, por los elevados costes de traslados y montajes. Allí, con la ayuda de la Junta de Andalucía, han iniciado, a imagen y semejanza de Miradas sobre Madrid, Miradas sobre Sevilla, lo que nos alegra porque así otras personas con síndrome de Down en otros lugares de España podrán disfrutar y crecer con esta experiencia.
- Colaboradores
Miradas sobre Madrid ha sido posible gracias al trabajo de muchas personas, empresas e instituciones, que de una forma u otra han colaborado. Cada vez es mayor el número de éstas que consideran la gran importancia del apoyo público y privado al arte para estimular el desarrollo cultural y económico de la sociedad.
Como dijo Albert Findley, director de la galería Acquavella Galleries en Nueva York, en una reciente visita a nuestro país, el arte puede llegar a ser un ecosistema sostenible gracias a estos apoyos y no ser sólo un adorno social sino una parte activa de la economía. En este escenario nuestros artistas han demostrado que están dentro porque son capaces de hacer trabajos de primer nivel.
Desde aquí damos nuevamente las gracias a los particulares, empresas e instituciones, y por supuesto a los participantes.
Las obras de los artistas vuelan en los aviones de Iberia Express
