Conforman este número tres interesantes artículos y nuestras secciones habituales de buenas prácticas y testimonios de vida de personas con síndrome de Down.
El primer artículo aborda un asunto de permanente interés para las personas con síndrome de Down adultas. Se trata de una exhaustiva revisión sistemática exploratoria de los apoyos post-diagnóstico de demencia que se prestan a las personas con discapacidad intelectual. En concreto, se presentan las conclusiones sobre la base de los 42 estudios que cumplían los criterios técnicos para ser incluidos en el estudio. El artículo pone foco en asuntos de vital importancia como el envejecimiento en los entornos habituales, modalidades de intervención, la formación específica del personal, el papel de la familia, los apoyos del entorno, y los cuidados paliativos al final de la vida.
El segundo artículo aborda la revisión de estudios empíricos centrados, en este caso, en el impacto de las intervenciones de la actividad física sobre la salud de adultos con síndrome de Down. De los 35 estudios analizados en profundidad, se concluye la importancia de la actividad física, bajo diversas modalidades (ejercicio aeróbico, fuerza muscular, intervenciones acuáticas, deportivas y de juego), intensidades, frecuencia y permanencia, para el bienestar físico de las personas adultas con síndrome de Down. Resulta de interés también el relativo impacto de la combinación de esta intervención física con la educación para la salud. Se valora el impacto de estas intervenciones en el estado de forma cardiovascular, composición corporal, aptitud muscular y movilidad funcional. Los resultados, tomados en su conjunto, son concluyente respecto al resultado positivo en estos parámetros.
El tercer artículo propone una serie de recomendaciones prácticas para controlar el peso en jóvenes con síndrome de Down. La experiencia señala el riesgo de los hombres y las mujeres con síndrome de Down a caer en el sobrepeso y la obesidad, y la dificultad para revertir este problema. Las familias, lógicamente preocupadas por esta situación, encontrarán en este artículo pautas concretas para implementar en sus hogares.
En la sección Buenas Prácticas se describe una experiencia piloto llevada a cabo por personas adultas con discapacidad intelectual. Se trata del pódcast Altavoces y otras voces, como vehículo de visibilidad y empoderamiento. A través de los episodios ya publicados, el oyente puede ir entrando en el mundo de la discapacidad intelectual contado de primera mano. Nuevas fórmulas para nuevos tiempos tecnológicos.
En la sección Mi Vida tenemos, una vez más, el privilegio de conocer la biografía, narrada por su madre, de una mujer venezolana con síndrome de Down. Nos da cuenta de su trayectoria educativa, sus aficiones y logros deportivos, sus prácticas formativas en una entidad bancaria y, cómo no, de sus competencias tecnológicas para estar en contacto permanente con sus amistades, sus publicaciones en redes sociales… Lo dicho, ¡las personas con síndrome de Down se suben al tren tecnológico!
Les deseamos, queridos lectores y lectoras, que disfruten de la etapa estival que ya está a las puertas de nuestra vida cotidiana. Les deseamos momentos felices con los suyos.